El 2020 ha sido un año marcado no solo por el COVID-19 y una cuestionada gestión de la emergencia sanitaria sino también por el paso de los huracanes ETA e IOTA. De acuerdo con el Centro de Estudio para la Democracia (CESPAD), estos eventos “han empeorado la situación de inseguridad alimentaria ante la falta de empleo en el país, el agotamiento de las reservas de alimento y el aumento de los precios, la vulnerabilidad ambiental y territorial y el confinamiento”.
Así, desde marzo del año pasado, y como consecuencia de la suspensión de garantías constitucionales, las personas defensoras de derechos humanos y periodistas han visto muy limitada su movilidad en el país. Al no estar incluidas en las excepciones propuestas por el Gobierno para tener libertad de movimiento, han tenido muchos obstáculos para verificar in situ la situación de derechos humanos y, con ello, para desarrollar su importante rol en la gestión de la crisis en sus comunidades y colectivos.
En este contexto, Brigadas de Paz Internacional (PBI) ha mantenido su presencia en Honduras durante todo el 2020, buscando nuevas formas de abrir espacios para que las personas y organizaciones defensoras puedan continuar con su labor por los derechos humanos, el acceso y la tenencia de la tierra y la defensa del territorio. Así, durante el año pasado estuvimos presentes junto a personas defensoras, ya fuera de manera presencial o virtual, en 174 ocasiones, tal y como se recoge en la Infografía del 2020. Acompañamientos, observaciones, llamadas o videollamadas y un constante monitoreo nos ayudó a sentirnos más cerca pese a las distancias y el confinamiento.
Además, fortalecimos el acompañamiento político y el trabajo de incidencia: realizamos 63 acciones con comunidad internacional, cuerpo diplomático y organizaciones internacionales y mantuvimos 48 reuniones con autoridades nacionales. El aumento del número de procesos de criminalización, la falta de políticas agrarias que pongan en el centro al campesinado y los graves ataques reportados contra personas defensoras fueron algunos de los temas que pusimos sobre la mesa en estos espacios. Y precisamente para contribuir a la seguridad de las organizaciones acompañadas, realizamos al menos 21 acciones de fortalecimiento de capacidades y protección, con un énfasis especial en lo digital y psicosocial.
En torno al EPU
Pese a la imposibilidad de viajar fuera de Honduras, hemos contribuido a que la voz de las mujeres defensoras de la tierra y el territorio llegue a Europa. Así, en el mes de noviembre realizamos una gira virtual donde integrantes de CEHPRODEC y de MILPAH pudieron compartir con autoridades europeas sus inquietudes, problemáticas y recomendaciones en el marco del Examen Periódico Universal (EPU) al que se sometió Honduras en 2020. Asimismo, hemos fortalecido nuestro acompañamiento en comunicación, usando espacios como el Facebook, nuestra propia página web o medios internacionales para dar a conocer la situación en Honduras.
Todo esto ha sido posible gracias al compromiso de 9 personas voluntarias que, durante el 2020, han pasado por el equipo en terreno, a los diferentes Grupos Nacionales de PBI en Europa, Australia, Estados Unidos y Canadá y a los donantes. Porque todos ellos tuvieron en cuenta que en un contexto convulso como el actual, el rol de las personas defensoras es esencial como guardianes del medio ambiente, de la libertad de expresión y de los derechos humanos.
Pincha aquí para consultar la Infografía 2020 completa (PDF)