“Nosotros no exigimos derechos nuevos ni especiales para las personas LGTB. Solo queremos que se respeten los derechos que tienen todas las personas”. De esta forma se expresaba el pasado 6 de diciembre Esdra Sosa, directora de la Asociación LGTB Arcoiris en la presentación del documental ‘Somos. Voces de la diversidad’ en una actividad realizada con el apoyo del Fondo Canadá para Iniciativas Locales de la Embajada de Canadá para Honduras. En este sentido, Sosa insistía en que “son derechos que ya están reconocidos a nivel internacional pero los gobiernos que han pasado por Honduras no los respetan”.
Una preocupación compartida por el Relator de Naciones Unidas, Michael Forst, quien tras su visita a Honduras en 2018 manifestó estar muy preocupado “por el elevado número de asesinatos y ataques violentos contra personas LGTBIQ+, la falta de rendición de cuentas y la impunidad casi total”. En la misma línea, María Soledad Pazos, representante residente de la Oficina de Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Honduras (OACNUDH), explica en el vídeo que “la situación de las personas LGTBI en Honduras es de especial vulnerabilidad donde hay ciertas corrientes y concepciones religiosas muy intolerantes que vinculan la moralidad y el ejercicio de la identidad de género únicamente vinculada a la heteronormatividad y el binarismo”.
Las cifras acompañan a estas declaraciones. Desde 2008 hasta principios de 2018, fueron asesinadas en Honduras al menos 295 personas LGTBIQ+; y al menos 11 de ellas eran reconocidas como personas defensoras de derechos humanos. No obstante, el número exacto es imposible de determinar ya que, en ocasiones, las familias y las instituciones públicas se abstienen de reconocer o informar que estos asesinatos fueron motivados por la orientación o la identidad de género y los relacionan con simple delincuencia común. Además, desde las organizaciones LGTBIQ+ señalan con frecuencia a las fuerzas estatales como agresores. Esta situación no parece mejorar durante el 2019. En lo que va de año, la Unidad de Quejas de la Asociación Arcoiris ha registrado al menos 21 asesinatos de integrantes de la diversidad sexual, 13 de ellas mujeres trans.
Precisamente las mujeres trans representan un alto porcentaje de las víctimas de estos ataques, pese a que dentro de la comunidad LGTBIQ+ son una minoría. “Somos más vulnerables y estamos más expuestas a agresiones, porque somos más visibles y, en muchas ocasiones, este colectivo se ve obligado a ejercer trabajos sexuales en la calle”, explicó JL Córdova, coordinadora del Grupo Muñecas de la Asociación Arcoiris. “Estamos siendo asesinadas, pero además con odio y de formas muy crueles”, añadió Córdova, quien reconoció también la falta de avances en la investigación de estos asesinatos. Y es que en un país como Honduras, con índices de impunidad superiores al 90%, en el caso de las agresiones de la comunidad LGTBIQ+, este porcentaje supera el 95%.
«Seguimos en la lucha»
Pese a todo, Esdra Sosa defendía: “las personas defensoras LGTBIQ+ no nos quedamos enfrascados en quién va a ser el próximo sino que seguimos en la lucha”. Y José Figueroa, responsable de comunicación de la Asociación Arcoiris recordaba que, entre otras acciones,están trabajando desde hace meses en la Ley de Igualdad y Equidad que no solo va a beneficiar al colectivo de la diversidad sexual sino también para otros grupos vulnerabilizados del país como los adultos mayores, personas con discapacidad, mujeres, infancia, indígenas… Precisamente el pasado mes de octubre, la Secretaría de Derechos Humanos, la Secretaría de Desarrollo e Inclusión Social, Somos CDC y la Asociación Arcoiris firmaron un convenio de cooperación para seguir avanzando en esta dirección.
Y para lograrlo, Grecia O’Hara, responsable de comunicación de Somos CDC, reconoce la importancia del apoyo de la comunidad internacional. “Saber que contamos con el apoyo internacional es un alivio, porque sabemos que no estamos solas ni solos. Sabemos que la presión de las organizaciones internacionales puede causar un gran impacto. Si nosotras vamos solas a buscar apoyo no nos hacen caso. Si vamos con una organización internacional, se nos abren las puertas”. Precisamente la comunidad internacional estuvo presente en el evento del pasado 6 de diciembre. La Embajada de Canadá, la delegación de la Unión Europea y la Agencia de Cooperación Española, entre otros, mostraron su sensibilidad y compromiso con la situación del colectivo LGTBIQ+ en el país.
Aunque las personas defensoras LGTBIQ+ son conscientes de todos los obstáculos también creen en que lograrán sus objetivos. JL Córdova lo resumía de esta manera: “Somos un movimiento fuerte. Y aunque vayan a matarnos, o nos callen con amenazas, lo que nosotros queremos lo vamos a conseguir”. Y desde OACNUDH, María Soledad Pazos hablaba de estas personas defensoras como un ejemplo: “en mi experiencia como representante ha tenido el honor de conocer a personas absolutamente comprometidas, dedicadas, valientes, constantes, estudiosas, estratégicas… que me han dado a mi una lección de lo que es justamente defender los derechos humanos”.
Somos. Voces de la diversidad from PBI Honduras on Vimeo.